Herminio Fuenmayor
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Caracas 11 noviembre 2011
N°38
Un militar institucional no lo compra nadie.
“Todo lo nuevo es bueno mientras es nuevo, después es basura” R.P
En julio de 1975 cuando el Alférez Hugo Chávez Frías, acompañado de sus padres y demás familiares, recibió de manos del Presidente Carlos Andrés Pérez, el sable de honor que lo vistió como Subteniente de las Fuerzas Armadas Nacionales, en el discurso de orden dijo: “Este acto que acabamos de presenciar, enmarcado en la sencillez republicana de nuestra Institución Armada, llena de colorido, plena de emotividad, tienen un significado simbólico extraordinario. Compartí con cada uno de ustedes, jóvenes oficiales, intensa emoción, evoqué el recuerdo de sus padres y demás familiares, que aquí nos rodean y han sentido estremecer de júbilo el corazón al ver a su hijo que culmina su primera jornada de vida …hombre civil investido por el pueblo de Venezuela con la más alta jerarquía de la nación, soy el Comandante en Jefe de las F.A.N. y en acto simbólico entrego a los nuevos oficiales (entre los cuales está usted Hugo Chávez Frías) éste sable que sabrán portar con honor y desenvainar sólo para rendir tributo a los héroes, para defender las instituciones constitucionales (no para tumbar mi gobierno legítimamente constitucional y democrático) y la soberanía contra (Cuba, Guyana, Colombia, Rusia), etc., e integridad de la nación venezolana (de Irán, Bielorrusia, Ecuador, Bolivia, Nicaragua), al propio tiempo, este sable simboliza, la entrega en custodia de las armas de la República” (no para el terrorismo, el narcotráfico, la guerrilla, los paramilitares o para tumbar o desestabilizar gobiernos en Venezuela o en otras naciones). Estoy seguro que lo que más chocaba a Hugo Chávez en ese momento, era la perfecta falsedad en la responsabilidad que ahora como militar aceptaba. No decía o murmuraba una sola palabra a la magnificencia del acto solemne, cargado de historia, heroísmo y de compromiso para toda la vida, sólo su pensamiento era falso y de traición en un disimulo que hoy en día luce como abominable en su pensar y de ser, porque si en aquel momento (Julio 1975) la vida militar siempre le había parecido andar con pie de Tortuga, en febrero (4 de febrero de 1992) volaban (águila no caza mosca), esa es la razón, que después de conocer, el nacimiento de su historia (Chávez el militar), toda su vida y elocuencia, por demás insípida, aumentó en los que lo conocimos, y en los que a él hoy llama mis Fuerzas Armadas, sólo era falso y de un profundo sentimiento de odio y asco, en éste momento y me perdona el amable lector(es), he tenido que abandonar el mérito sencillo y modesto para calificar y seguir todo el horror que como destrucción y daño Hugo Chávez ha sido capaz de infringir a las F.A.N. Por ahora no se conocen todas las fuentes de la “Revolución”, al venezolano no le ha sido dada la mirada o el pensamiento para conocer de donde nació tanta maldad, de igual manera habrá en cada mirada de todo venezolano que no va en Hugo Chávez a un hombre cobarde y traidor, primero, porque lo es. Hoy en día tengo el corazón fácil de conmover, porque fluyen con mucha facilidad la justicia; las palabras más comunes, cuando son dichas con el acento de la verdad y sin el temor al miedo, puede enternecer mi voz e incluso hacer correr una que otra lágrima ¿Cuántas veces me han despreciado, secuestrado, robado, agredido la gente del Chavismo o del P.S.U.V.? Cómo militar retirado que soy, creen que soy débil y por eso estoy pidiendo gracias o el perdón. No y no, eso es algo que yo no puedo sentir, porque tengo como derecho un espíritu firme, sereno y ambicioso, en mi propósito de trabajar por una verdadera democracia y entiendo que para eso tengo que enfrentarme a espíritus diabólicos, groseros y vulgares, porque siempre he amado la verdad. En éstos 14 años de gobierno de Hugo Chávez me he sentido aislado (no incluido) del socialismo del siglo XXI, en ésta tierra de Bolívar, pero no he vivido aislado del pensamiento libre y democrático que me formaron en la Academia Militar y en varias Universidades. Siempre me ha ayudado la poderosa idea de la honestidad y el deber. La honestidad porque nací pobre y moriré pobre. El deber, que yo me he prescrito con razón o sin ella, porque nací libre para conservar la libertad, han sido como dos postulados que como el tronco de un árbol fuerte en el que me he apoyado durante 14 años contra Hugo Chávez y su Socialismo del siglo XXI. Desde luego durante todo ese tiempo he vacilado, me inquietaba no hacer otra heroicidad. Después de todo yo no soy más que un militar retirado, eso sí con dignidad y honor. Por esa razón cuando escucho o leo que dicen: “algo grave debe estar pasando en la F.A.N.B., para que Hugo Chávez pretenda resolverlo comprando lealtades” con un aumento del 50% de su sueldo, ya que según él, es una obsesión conquistar el incierto apoya militar ante un seguro fracaso electoral (7 de octubre de 2012). La juramentación e investidura del cadete en la que ahora él llama “Universidad Militar Bolivariana”, para las 4 fuerzas, sin duda alguna fue un acto deshonroso. Hugo Chávez lucía su presencia militar y la falta de ejercicio se le notaba, que el cáncer profundiza y altera su salud y al darle un carácter exaltado y débil, se le notaba que estaba perdiendo su altivez viril, pero que ahora rechaza con exabrupto, esa idea por considerarlas nocivas que asalta y destruye su alma desdichada, pero en fin es un revolucionario fracasado, que ahora sólo busca almas sensibles para buscar un lugar común en el más allá, si Hugo Chávez fuera un verdadero revolucionario no buscaría a Dios ¿Pero a que Dios?, desde luego no es el de la biblia, porque él es muy pequeño, déspota, cruel y sediento de odio y venganza … sino el Dios de Fidel, el Che, el Chacal, Hitler, Lenin, Idi Amín, S. Hussein, M. Gadafi y de muchos sátrapas y escorias de la historia, de tal manera que haber manejado los cadetes (as) palabras como: “Independencia y Patria Socialista”, “Cadetes (as) Socialistas Bolivarianos”, “cadetes (as) Bolivarianos Viviremos y Venceremos” y haber y haber lanzado un nuevo juramento para defender la patria…, blasfemia, no fue más que hablar para contaminar y vejar unas fuerzas armadas en la representación de sus más nobles e inocentes servidores, El Cadete (as), es lo que en ese momento me hizo sentir la ausencia de un Dios bueno y justo, todo poderoso, sin maldad y venganza, así lo pienso y lo digo, porque el mismo Hugo Chávez cuando en Julio de 1975, recibió el sable de honor como subteniente, en ese mismo instante decía “algún día espero llevar las riendas de la patria” (en su mente ya presagiaba la traición), ahora debo pensar que así es la muerte, así es la eternidad… al parecer son dos actos muy sencillos (la envestidura de cadete (a) y la graduación a oficial), pero llenar de un simbolismo y de un honroso mensaje “ defender la patria y sus instituciones, hasta perder la vida si fuera necesario”, desde luego que es solo un voto y una distinción para quien tenga un alma bastante grande para concebirla, solo de honor, responsabilidad y gloria, es todo lo contrario que en un militar como Hugo Chávez con una bipolaridad personal, una fogosa ambición de poder, fue capaz de arrastrar su alma y su mente hacia países con hombres imaginarios y fracasados, su mente sólo está ocupada en las innumerables guerras fabuladas (más de 20 mil millones de dólares) en armas y equipos bélicos, para una guerra contra los imperios o de países con guerras de 3ª generación, unido a esto hasta ahora lo que sí es verdad que ha logrado, es construir una fortuna colosal para su familia y el grupo de militarados, civiles borregos, que le acompañan. Este modo de actuar trae consigo el desprecio universal. Si la culpa como es lógica penetra en todo aquel hacedor de justicia (el pueblo unido), Fuente Ovejuna, llegará el momento en que sus compañeros militares o sus camaradas del P.S.U.V., fingirán no conocerlo, la vergüenza y el horror al castigo unidos al desprecio, el dolor sufrido son excesivos, a estas alturas (2011) todo ha cambiado completamente en Venezuela, desgraciadamente para mal, pero lo único que si es verdad que no ha cambiado y nunca cambiará, es el honor y la dignidad del militar institucional, por esa razón me he atrevido a titular éste trabajo “UN MILITAR INSTITUCIONAL NO LO COMPRA NADIE”.
Amigo lector, cree Ud., que con estos antecedentes llenos de historicidad (valentía, sacrificio y gloria) así como una buena formación intelectual (humanística y militar) de base constitucional y jurídica (Paz y justicia) etc., ¿se pueda comprar un militar institucional?. Sólo un pueblo engañado o un militarado como Hugo Chávez y sus camaradas comunistas piensan que es posible; tendrán que enfrentar su futuro de juicios, cárcel, degradación y lo que es más grave y detestable “Traidores a la patria” frente a sus hijos, familiares y la patria que les dio todo y que por desgracia también los vio nacer.
“La verdad es un espejo que se rompió y cada uno cree tener una parte y con esa parte, entre todos construiremos la gran unidad” H.F
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Herminio Fuenmayor
General y Abogado
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